17.12.10

La vida apesta - crónicas desde Perú 160

Viernes en la Legislatura. El aire acondicionado prendido al mango. Yo, toda clasemediera, casi white trash, leyendo a la chupa sirixs de Marisa Brel, escuchando The Velvet Underground, pensando en que quería leer la Historia de la Sexualidad I de Foucault, pero que no llegaba, ya. Suena el teléfono: el chico de Seguridad me dice que sube una chica X (de la FJC a buscar un sobre que le dejó una compañera), yo me esperanzo toda de que sea esa chica de la Fede que me quitaba el sueño hace un año y cerráramos la oficina y cogiéramos toda la tarde.
Suena otra vez el teléfono y era el mismo chico de seguridad para avisarme del anuncio de otra señora, le digo que por favor suba. Corto. Me vuelve a llamar y me dice "¿Tenés nuestro interno? Porque la señora parece medio desencajada", me preocupo. Esos comentarios en mí tienen el efecto que yo creo que tiene TN en otra gente, en demasiada otra gente.
Tocan la puerta con una vehemencia que me incomoda. Me levanto y abro. La chica de la FJC no era la matanseña. Toda, toda la desilusión junta. Vuelvo a mi silla. Ya había escondido el libro de la rubia platinada de C5N, por las dudas, ¿vio?
Vuelven a tocar la puerta y abren directo. Era la "desencajada".
1,55m, con los brazos y la cara de obesa, pero cuerpo flaco. Rodete de pelo negro, muy tostada, con un delineado bien grueso arriba y abajo. Un vestido simil batón negro con flores blancas, y
cartera de cuerina negra. Se sienta, se seca la cara con una carilina y me doy cuenta de que le faltan varios dientes.
Me cuenta que ella tiene un problema de violencia faimliar. Que el juzgado dice que no se acerque, pero "la persona esta" hace lo que quiere. Pero que no viene por ese tema, sino, porque vino con su hijo (que no supe nunca dónde lo había dejado) al Hospital de Niños, porque él tiene glaucoma, a buscar los medicamentos. "Perá que te muestro" dice y saca de la cartera una pilita de papeles, todas recetas médicas, me cuenta que el hijo tiene 20 de presión en cada ojo, y que ahora se tienen que volver a su casa, ruta 2 kilómetro 39. Me aclara que antes vivían en el 40, que se mudaron por "el problema ese".
El tema es que no tiene plata para volver. El pariente suyo que vive acá tiene una hija discapacitada "y cuando una tiene estos problemas, nadie te quiere tener". Entonces, ella necesita que alguien le de la plata, porque la dejó a la de 12 en la casa, y le da miedo quedarse hoy en la calle, volver mañana y que le hayan vaciado la casa (me pregunto si no le preocupará que su hija no esté, si estaba incluida en el miedo de la casa vacía, y me siento la peor de las juezas sin parte en un juicio moral).
Le digo que entiendo la situación, pero que la Legislatura no tiene caja chica ni soluciona problemas individuales (y mi carita de pendeja universitaria, que escucha a Corrinne Railey Bae y usa un vestidito de jean cincuentoso, se me iba al carajo mal), pero que podría ir a la Defensoría del Pueblo.
"Ustedes me pasean de un lado para el otro. Me tienen harta. El Defensor del Pueblo, ¿Qué va a hacer, darme un papel? Yo necesito plata".
Le respondo que puede hablar con la Dirección General de la Mujer o con la de Niñez o con el Consejo de Derechos. Le anoto los teléfonos.
Y me dice, "¿Hay alguien de De Narváez acá?" (¡Sic!) le aclaro que no, que el PRO, nada más.
Retruca con "quién es de Provincia", le explico que nadie, porque esto es solo Ciudad y me pide que le diga con qué diputado del PRO hablar. Le cuento que son 24, que se quiere puede ir al despacho de la Diputada Stanley (y de paso me vengo de toda su chetada chupasiresca, homo/lesbo/trans/pobrefobia del año) que es parte de esta Comisión, "Oficina 305, justo acá arriba, señora". Dice que sí. se levanta y se va.
Cierra la puerta, llamo al despacho del PRO y aviso que les mandé a una "desencajada" (sic) y les pido perdón.

2.11.10

Comunicado de la Cooperativa Escuela Nadia Echazú

Hoy estamos muy tristes...

Quienes conformamos la COOPERATIVA DE TRAVESTIS Y TRANSEXUALES "NADIA ECHAZÚ" queremos enviar nuestro pésame a la señora presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a su familia, por la penosa muerte de su marido y ex-presidente Néstor Carlos Kirchner.
Las travestis y transexuales tenemos mucho que agradecer al ex-presidente. Sabemos que tanto él como la presidenta, fueron lxs primerxs representantes de un gobierno que nos tuvieron en cuenta como SUJETAS DE DERECHO.
Hasta la llegada del ex-presidente al gobierno en 2003, las travestis y transexuales NO EXISTÍAMOS para el estado argentino. Y si nos tenían en cuenta, era solamente para marginarnos, anularnos, segregarnos, enviándonos a ZONAS ROJAS o nos creaban cárceles contravencionales o específicas para condenar a las personas en situación de prostitución.
EL MATRIMONIO KIRCHNER NOS HIZO PARTE DE SU PROYECTO y la prueba mas contundente de esto es la existencia de nuestra cooperativa. Ellxs, como nadie, entendieron que para DIGNIFICAR nuestras vidas, no había mejor camino que la posibilidad de generarnos una FUENTE DE TRABAJO.
La sanción y promulgación de la Ley de Matrimonio Igualitario es otra prueba cabal de la actitud inclusiva de la gestión de este matrimonio. Y el camino que se está recorriendo con el proyecto de la LEY DE IDENTIDAD DE GENERO, es otro hecho contundente que siguen mostrándonos que este es el camino a seguir, DEBEMOS SEGUIR APOYANDO A LA PRESIDENTA.
Tenemos un recuerdo cercano y valioso con el ex-presidente: En la promulgación de la Ley de matrimonio igualitario, las travestis entramos por primera vez en grupo a la casa rosada. Allí, muchas compañeras emocionadas llenaron de color el salón de los patriotas latinoamericanos y comenzaron a sacar fotos de cada esquina, de cada cuadro. Ellas comentaron que sentían por primera vez que ese espacio TAMBIEN les pertenecía. Y, con mas razón, cuando NESTOR KIRCHNER, ACCEDIO AMOROSAMENTE A SACARSE FOTOS CON CADA UNA DE ELLAS. Fotos que las compañeras guardan con el mayor cariño y respeto.
Por todo esto, cada una de las integrantes de la COOPERATIVA NADIA ECHAZU, queremos hacernos presentes para lo que la señora presidenta necesite, queremos abrazarla desde la distancia tanto a ella como a sus hijos, Alicia Kirchner y demás miembros de la familia y miembrxs del gabinete.



Respetuosamente:Lohana Berkins, presidenta y toddas las integrantes de la cooperativa Nadia Echazú.



-- Cooperativa de Trabajo "Nadia Echazu"
Ventas: Geraldine y Sergio García4265-4949 15-5966-9366/15-5710-6202
ventascoopnechazu@gmail.com
coop_nadiaechazu@yahoo.com.ar
http://www.coopnadiaechazu.blogspot.com/

29.10.10

Podrán cortas los árboles

Empiezo por aclarar que no me considero peronista. Ni kirchnerista. Ni si quiera lxs voté, de hecho hice campaña en su contra en 2003 y 2007. En 2009 ya no porque, bueno, en Ciudad no tenían ninguna chance de nada. Pero, y esto también es necesario que lo aclare, milito desde los 12 años, vengo de una familia politizada que me llevó a cuanta marcha y movilización hubo en los 90 y después me incentivaron a que vaya a todas las que hubo desde 2001.
Pasé por el asamblearismo, por el trosquismo, por el guevarismo, por el feminismo, y así hasta que un día me vi emocionándome con la marcha peronista. Que en mi casa nunca se cantó. Pero yo me emocioné, viendo la cara de amigxs y compañerxs de todas las cuadras de marchas y horas de fiestas. Con los meses, empecé a descubrir esas cosas que tiene la mística nacional y popular que te van calando los huesos pequeño burgueses que estaban acostumbrados a los discursos de la militancia universtiaria cargados de citas incomprensibles e intransmisibles. Esa sensación de que el pueblo de carnaval no puede estar en Plaza Houssay porque el pueblo conoce la Plaza de Mayo y la de los Dos Congresos, pero Recoleta no es un barrio al que el pueblo vaya.
Ayer cuando se estaba velando a Néstor Kirchner en la Casa Rosada yo salía de la Legislatura después de haber celebrado el cumpleaños de una compañera con un vino que muy pocas veces alguien lo va a haber tomado y unos muffins hechos en moldecitos de cilicona, en nuestra casa preciosa en Parque Chas. Y nos encontramos con una plaza repleta. Miles y miles de personas que caminaban, tomaban mates sentadas en el piso, hacían fila para entrar al velatorio, cantaban la marcha peronista, le exigían al vicepresidente que renuncie a su cargo.
Pero éramos todxs distintxs. No era la uniformidad estética de las marchas universitarias donde la mitad tiene esta o aquella marca de mochila, este o aquel modelo de morral, estas o aquellas zapatillas. Ayer en la plaza, había grupos como el mío dos putos y dos tortas buscando a una trava que no paraba de llorar desde el día anterior; chicxs de La Cámpora que hablaban del viaje en tren desde Berazategui. Lxs pibes de la JP Descamisados cantando que no iban ni por el chori ni por el plan, sino por un modelo nacional y popular. Los Putos Peronistas que se emocionaban con un verso de la marcha que es hermoso que dice "para que reinen en el pueblo el amor y la igualdad". Mi amiga que labura en el inadi que se fue a probar vestidos de novia a Palermo y después volvió. Otra amiga con unos zapatos rojos con taco de mimbre discutiendo con un chico de traje sobre si Moyano, Rossi, Zanini, Máximo mismo, sentadxs en el umbral de un bar tomando cerveza. Chicas con anteojos de pasta sacándole fotos a unos nenes que jugaban al fútbol con una botella vacía de Tai. Una compañera mía, toda abogada y directora de comisión cais con las patas en la fuente.
En las rejas, cientos de afiches, cartulinas, remeras deséandole a Néstor un buen descanso, mandándole fuerza a Cristina. Flores de verdad, de plástico, de papel. Cientos de pingüinos hechos en origami pegados en el piso. Medallas religiosas. Las viejas rezando, lxs pibxs persignándose en la puerta de la Catedral. 25 cuadras de fila para entrar al velatorio.
Nosotrxs entramos por el costado mostrando las credenciales de puestos importantes de algún ministerio del Estado de la Nación, con la mirada cómplice de los canas que nos habilitaban la entrada sin hacer fila. Hacemos el recorrido, de noche ya, por el vallado. Entramos al camino que hacía todo el mundo cuando faltaban solo unos metros para la puerta principal. A delante nuestro una chica con un traje de murga acompañada de un chico con una remera de alguna de las decenas de agrupaciones de la JP que surgieron desde la Contracumbre de Mar del Plata a esta parte, llorando desconsoladxs, sabiendo que posiblemente nunca más volvieran a entrar a la Casa Rosada. A los costados cientos de coronas de todo el mundo, de todos los municipios, sindicatos y todas las dependencias estatales. Era como un río de flores y plástico y letras doradas horribles sobre cintas blancas. Yo pensaba en mi vieja, en mi novia, en mi abuelo, en todxs nosotrxs que ahora nos podemos casar, en mis amigxs que empezaron a militar porque querían escuchar otras voces, en el barrio donde mi novia hace apoyo escolar que ahora tienen casas y calles y cañerías, en lxs bloguerxs que antes capaz habrían escrito sobre música y las tetas de las chicas de la noche del sábado y ahora hasta se juntan y reciben al Jefe de Gabinete en una peña, en el intento de golpe de estado en Ecuador y en la velocidad increíble en la que se armó la reunión en esta ciudad y vinieron todos los presidentes y nuestra presidenta cual Liga de la Justicia.
Es cierto, también pensaba en Julio López y Luciano Arruga, y Brukman, y Fuentealba y Andalgalá, y las travas que siguen muriéndose a los 35 años. No dejo un día de pensar en todo eso.
Pero como decía un flaco que no conozco pero por esta cosa de la vida 2.0 considero un compañero, antes de ayer se móría Néstor Kirchner mientras nacía un bebé en un hospital público, cuyxs m/padres van a cobrar la asignación universal por hijx en un mes y en mis abuelxs que se jubilaron sin haber hecho aportes en toda su vida, en la canitdad enorme de pibxs que ahora tienen una computadora que les va a abrir puertas a otras mundos que capaz no conocerían, en mis tíos que ahora no se van a un bar horrible a ver el partido de Boca porque lo pasan por la tele. En las Madres que siguen haciendo sus rondas todos los jueves y ahora hasta recuperaron espacios para la memoria, a demás de lxs 102 nietxs que las Abuelas devolvieron a la vida.
Y se me cruza el código contravencional que propone Scioli y el paco y lxs narcos, y el asesinato de Mariano Ferreyra.
Pero también pienso en que ahora por miles de motivos, pero seguro algo tiene que haber pasado en los últimos 7 años, algo tiene que haber hecho este gobierno, miles de personas de mi edad o más chicas se juntan, se organizan, se movilizan en contra del código, en contra de la burocracia sindical, se tejen nuevas redes, se habla, se discute, se celebra, se exije, se cuestiona, se pone en movimiento.
Mientras, ya estábamos frente al cajón. Me crucé con una compañera, del lado de a dentro, llorando con su panza enorme. Cristina espléndida y triste como una siempre pensó que iba a estar cuando se muriera su compañero de toda la vida, saludándonos haciendo la v con la mano izquierda. No vi nada más. Ya estábamos saliendo, la gente aplaudía, le gritaba fuerza a Cristina. Y yo me contenía los ojos que se me iban a salir de las lágrimas.
Nada es perfecto, este no es el tecnicolor de los días hermosos como decía Discépolo. Creo que faltan miles y miles de cosas por hacer, por cambiar, por crear.
Pero ayer había más jóvenes emocionadxs por algo de lo que yo había visto en toda mi vida. Más que en un recital del Indio. Más que en un partido de futbol de la A. Más que en Encuentro Nacional de Mujeres. Éramos miles. Algunxs nos conocíamos y muchxs no. Pero estábamos juntxs, llorando, moqueando, discutiendo, compartiendo anécdotas, pensando qué va a pasar de ahora en más, quién nos va a hablar a lxs jóvenes, a lxs viejxs, a lxs migrantes, a las travas, los putos y las tortas, a lxs villerxs. Está claro, este asunto está desde ahora y para siempre en nuestras manos.
Ya va a haber tiempo para juntarnos y pensar y pelearnos y tomar vino y brindar para que reinen en el pueblo, de una vez por todas, el amor y la igualdad.

30.9.10

Tomas de septiembre en FSoc

Esto que les comparto no es más que mi opinión de extrosca trasnochada, estudiante de sociología, exestudiante de historia, trabajadora (del estado...) y militante del campo popular. No pretendo que sea la opinión de todxs ni mucho menos. Pero creo que en este conflicto que tiene un gran costado 2.0 no está demás expresar las opiniones individuales para poder confluir en alguna opinión o corriente colectiva.

Estoy cursando tres materias del segundo tramo de obligatorias de Socio (Método 1, Sociológico 2 y Latinoamericana). Cuando empecé el cuatrimestre, tenía el impulso feroz de hacer estas tres materias eternas, promocionar dos, rendir final de una, y poder avanzar hacia las optativas que son la razón por la cual me cambié de carrera en su momento. A lo largo de las primeras semanas estuve al día, sin saber bien cómo, me había armado grupo en las dos materias que lo requerían, participaba de las listas de mails. Era mi primer cuatrimestre en la facultad sin militar (salvo, en realidad, el segundo cuatrimestre del CBC, que quedé boyando), ¡y se notaba! Iba a los prácticos, a los teóricos, tomaba apuntes, hacía resúmenes (con distintos colores), me compré los libros, estaba emocionadísima de que iba a leer algunas cosas de Bourdieu que no había leído antes y de que iba a poder reconocer los errores de las estadísticas del Gobierno de la Ciudad que nos llegan 2 x 3 a la oficina y de que, bueno, iba a cursar Latinoamericana con Ansaldi.
Un día, en medio del práctico de Ansaldi, nos enteramos de que la Comisión de Presupuesto del Consejo Directivo de la Facultad no se reuniía desde hacía cuatro meses (es decir, si se quería pedir una ampliación presupuestaria para 2011, ya iba a ser difícil) y de que, a demás, como en 2008, se había caído un panel de vidrio (que mídió: 1x2m, 5x3m, "todo el ancho del frente", etc) en el hall de entrada de Marcelo T 2230, 5 minutos antes de la hora pico de entrada de gente. Por estos motivos, la movilización habitual a la reunión de Consejo Directivo estaba más cargada de sentido, objetivos y gente.
A las 19 horas se hizo una asamblea. Una asamblea grande para haber sido convocada con menos de dos horas de anticipación. Se decidió tomar la facultad.
Junto con el conflicto iniciado por lxs estudiantes, docnetes y madres y padres de estdiantes de escuelas secundarias de la Ciudad, se fue impulsando el conflicto en Sociales. El 16 de septiembre, con más de 20 escuelas tomadas, Sociales, Psicología, Filosofía y Letras, FADU e Ingeniería en lucha, la marcha que conmemora la Noche de los Lápices, fue enorme. La más grande que yo vi en los últimos años, solo superada por las realizadas en La Plata. Como en el 24 de marzo, a muchxs nos sorprendió más o menos gratamente la presencia de las distintas agrupaciones que conforman la Juventud Peronista versión 2.0 (Peronismo Militante, JP Descamisados, La Cámpora, etc). Yo, la verdad, no llegué a la plaza porque, bueno, no sabía bien de qué lado quería estar.
Las tomas seguían en pie. Firmemente.
Con el correr de los días y la sesión de aglunas consesiones por parte del Ministerio de Educación de la CABA, se fueron bajando las tomas en las escuelas, y algunas facultades fueron abandonando las modalidades de toma. Los terciarios, no se. El IUNA sigue tomado, junto con Sociales y Filosofía y Letras, a un mes de la primera toma.
Yo estuve en 3 asambleas (ninguna hasta el final, la verdad): la primera, la segunda, una la semana pasada y estuve en los comienzos de la de ayer. Las posiciones no cambiaron en estas semanas. Las propuestas que se escuchan son las mismas: masificar y profundizar la lucha para conseguir "nuestros" reclamos, la gestión es reaccionaria, lxs docentes que vacían la toma son reaccionarixs, las agrupaciones que responden a la gestión son reaccionarias, y quienes participan de las asamblas son más o menos reaccionarixs dependiendo de qué mociones propongan (si quieren seguir la toma con aulas y puertas cerradas se acercan al ideal de revolucionarix ejemplificado en lxs militantes de los partidos y agrupaciones trotskystas de la facultad; si proponen segiur con la toma, pero con aulas abiertas, se alejan del idea revolucionario y pasan a ser tibixs cuando no carnerxs o reformistas; si proponen levantar la toma, pero seguir con los reclamos, son reaccionarixs porque están con la gestión o individualistas; si proponen levantar la toma y abandonar los reclamos, ya no entran en la clasificación de tipo ideal de nada y mejor que se vaya temprano a su casa y tapándose los oídos) ante la asamblea.
Quienes participan de las votaciones de las asambleas parecieran o no trabajar o, bien, tener actitudes de grandeza y entrega para con la lucha admirables (pero no exigibles) que les permiten (o lxs obligan) a quedarse hasta las 12, 1, 2, 3 de la mañana en la facutlad sin haber cenado con perspectivas de pasar la noche en una bolsa de dormir en algún pasillo resguardado y al día sigiuente, amanecer al alba al canto de sus compañerxs de lucha y así transitar el día de toma nº X.
Para esos momentos de decisión ya no suele quedar ni la mitad de la gente que se había acercado en sus iniciado. Entonces prima la decisión de quienes, como decía más arriba, tienen una actitud de entrega y grandeza total para con la lucha histórica del movimiento estudiantil.
En las aulas, los hastag de Twitter, las listas de correo de lxs estudiantes y docentes de la facultad empiezan a circular rumores de levantamiento del cuatrimestre, extensión del calendario académico, conforme aumentan los rumores, aumenta también el desdén, la ironía, la bronca en los mensajes sobre la toma (pero, fundamentalmente, sobre quienes se ponen a la cabeza del estudiantado movilizado), y se ve poca o nula empatía para con las autoridades de la Facultad, docentes que deciden no dar clases, etc.
Quedamos, entonces, solxs quienes no nos sentimos (a estas alturas) representadxs por los métodos votados en las asambleas ni por la gestión de la Facultad.
Como en otras situaciones, me siento y supongo que varixs nos sentiremos igual, en el medio de dos posiciones que parecieran irreconciliables (patriotas - antipatrias, gorilas - peronistas, revolucionarixs - reaccionarixs).
A medida que pasan los días, las sensaciones de enfrentamiento van creciendo. La participación de las agrupaciones kirchneristas en la última asamblea de Ramos, la presencia de una Premio Nóbel de la Paz como mediador, el largo, largo tiempo de duración de la asamblea y las decisiones tomadas, hacen que el clima esté más enrarecido. No solamente para mí, sino para docentes, otrxs estudiantes, autoridades.
El decanato había propuesto una reunión, pero para esa reunión había puesto una serie de garantías o requisitos que debían ser cumplidos sine qua non para poder llevar a delante la reunión (por ejemplo, que se suspenda la toma en la sede y por el lapso que se realizara la reunión) y se en la asamblea se votó ir a la instancia de diálogo, pero sin levantar la toma. En respuesta a esto, la gestión de la Facultad hoy subíó un comunicado al sitio de la Facultad (http://www.sociales.uba.ar/?p=5239#more-5239), en el que entiendo yo, no se llevará a cabo la reunión por la falta de compromiso de lxs estudiantes representadxs en la asmablea.

Entonces, como los cuatrimestres no se levantan así como así, y las triplicaciones de presupuesto tampoco son solamente decisiones políticas sino que requIeren arduos procesos administrativos, la asamblea de estudiantes de Sociales no parece estar por resolver ninguno de sus reclamos (salvo el sobreseímiento del ex coordinador del Centro de Estudiantes, acusado por el Rectorado de Usurpación de la Propiedad, que, de todas maneras, no era un reclamo que figurara entre los principales puntos del pliego de reivindicaciones, como tampoco lo es la democratización de la universidad ni el concurso de lxs docentes ad honorem para que pasen a cobrar un sueldo por sus tareas; aunque sí está la desacreditación de los posgrados a la CONEAU), y el decanato no parece estar pudiendo ejercer la presión necesaria sobre la asamblea como para que esta se vacíe y termine levantándose, no se/sabemos qué va a pasar.
Por ahora la lucha sigue en pie, por el edificio único, las becas, la desacreditación a la CONEAU de los posgrados. El cuatrimestre también sigue en pie (hasta tanto siga sin haber reunión de Consejo Directivo por lo menos). Y las dos partes protagonistas, aunque no las únicas, siguen enfrentadas, y pareciera que cada vez más.
Me pregunto, ¿habrá elecciones de centro de estudiantes durante la toma? ¿qué pasará con la actual conducción? ¿y con la gestión? ¿podrá sostenerse la toma durante el Encuentro Nacional de Mujeres, tomando en cuenta que suelen salir no menos de 3 micros desde la Facultad, no menos de 5 de la FUBA y eso suma cientos de personas? ¿rendiremos los parciales en los bares de la zona como se ha hecho en Filosofía y Letras en algunas ocasiones? la gestión, ¿seguirá pensando que desde su oficina que no es de cristal, sino de un revestimiento ochentoso de madera, cerrada puede gobernar una facultad? ¿o bien, se dignará, en nombre de la cordura, a ir a la asamblea como hizo Trinchero en Filo, y buscar de conjunto, una salida a un conflicto con fundamento pero que parece perder apoyo a medida que suben lxs followers del hastag #Fsoc en Twitter? ¿Lxs docentes segiurán sin aparecer en este conflicto más que por mail o en alguna que otra clase? ¿Lxs estudiantes de posgrado no tienen nada para decir?

En fin, esto terminó siendo otro post catárquico de una estudiante hastiada de FSoc a cerca de las tomas de septiembre en nuestra querida y vapuleada casa de estudios.

5.6.10

El marica (Abelardo Castillo)

Escuchame, César: yo no sé por dónde andarás ahora, pero cómo me gustaría que leyeras esto. Sí. Porque hay cosas, palabras, que uno lleva mordidas adentro, y las lleva toda la vida. Pero una noche siente que debe escribirlas, decírselas a alguien porque si no las dice van a seguir ahí, doliendo, clavadas para siempre en la vergüenza. Y entonces yo siento que tengo que decírtelo. Escuchame.

Vos eras raro. Uno de esos pibes que no pueden orinar si hay otro en el baño. En la laguna, me acuerdo, nunca te desnudabas delante de nosotros. A ellos les daba risa, y a mí también, claro; pero yo decía que te dejaran, que cada uno es como es. Y vos eras raro. Cuando entraste a primer año, venías de un colegio de curas; San Pedro debió de parecerte, no sé, algo así como Brobdignac. No te gustaba trepar a los árboles, ni romper faroles a cascotazos, ni correr carreras hacia abajo entre los matorrales de la barranca. Ya no recuerdo como fue. Cuando uno es chico, encuentra cualquier motivo para querer a la gente. Sólo recuerdo que de pronto éramos amigos y que siempre andábamos juntos. Una mañana hasta me llevaste a misa. Al pasar frente al café, el colorado Martínez, dijo con voz de flauta: “adiós los novios”. A vos se te puso la cara como fuego. Y yo me di vuelta, puteándolo, y le pegué tan tremendo sopapo, de revés, en los dientes, que me lastimé la mano. Después, vos me la querías vendar. Me mirabas.

—Te lastimaste por mí, Abelardo.

Cuando hablaste sentí frío en la espalda: yo tenía mi mano entre las tuyas y tus manos eran blancas, delgadas. No sé. Demasiado blancas, demasiado delgadas.

—Soltame —dije.

A lo mejor no eran tus manos, a lo mejor era todo: tus manos y tus gestos y tu manera de moverte, de hablar. Yo ahora pienso que antes también lo entendía, y alguna vez lo dije: dije que todo eso no significaba nada, que son cuestiones de educación, de andar siempre entre mujeres, entre curas. Pero ellos se reían y uno también, César, acaba riéndose. Acaba por reírse de macho que es.

Y pasa el tiempo y una noche cualquiera es necesario recordar, decirlo todo.

Fuimos inseparables. Hasta el día en que pasó aquello yo te quise de verdad. Oscura e inexplicablemente como quieren los que todavía están limpios. Me gustaba ayudarte. A la salida del colegio íbamos a tu casa y yo te enseñaba las cosas que no comprendías. Hablábamos. Entonces era fácil contarte, escuchar todo lo que a los otros se les calla. A veces me mirabas con una especie de perplejidad, con una mirada rara; la misma mirada, acaso, con la que yo no me atrevía a mirarte. Una tarde me dijiste:

—Sabés, te admiro.

No pude aguantar tus ojos; mirabas de frente, como los chicos y decías las cosas del mismo modo. Eso era.

—Es un marica.

—Déjense de macanas. Qué va a ser marica.

—Por algo lo cuidás tanto…

Y se reían. Y entonces daban ganas de decir que todos nosotros, juntos, no valíamos la mitad de lo que valía él, de lo que valías, pero en aquel tiempo la palabra era difícil, y la risa fácil. Y uno también acepta —uno también elige—, acaba por enroñarse, quiere la brutalidad de esa noche, cuando vino el negro y dijo me pasaron un dato. Me pasaron un dato, dijo, que por las quintas hay una gorda que cobra cinco pesos, vamos y de paso lo hacemos debutar al machón, al César. Y yo dije macanudo.

—César, esta noche vamos a dar una vuelta con los muchachos. Quiero que vengas.

—¿Con los muchachos?…

—Sí. Qué tiene.

—Y bueno, vamos.

Porque no sólo dije macanudo, sino que te llevé engañado. Y fuimos. Y vos te diste cuenta de todo cuando llegamos al rancho. La luna enorme, me acuerdo: alta entre los árboles.

—Abelardo, vos lo sabías.

—Callate y entrá.

—¡Lo sabías!

—Entrá, te digo.

El marido de la gorda, grandote como la puerta, nos miraba socarronamente. Dijo que eran cinco pesos. Cinco pesos por cabeza, pibes: siete por cinco treinta y cinco. Verle la cara a Dios, había dicho el negro. De la pieza salió un chico, tendría cuatro o cinco años. Moqueando, se pasaba el revés de la mano por la boca. Nunca me voy a olvidar de aquel gesto. Sus piecitos desnudos eran del mismo color que el piso de tierra.

El negro hizo punta. Yo sentía una cosa, una pelota en el estómago. No me atrevía a mirarte. Los demás hacían chistes brutales. Desacostumbradamente brutales, en voz de secreto. Estaban, todos estábamos asustados como locos. A Roberto le tembló el fósforo cuando me dio fuego.

—Debe estar sucia.

Después, el negro salió de la pieza y venía sonriendo. Triunfador. Abrochándose.

Nos guiñó un ojo.

—Pasa vos, Cacho.

—No, yo no. Yo después.

Entró el colorado, después Roberto. Y cuando salían, salían distintos. Salían no sé, salían hombres. Si, esa era la impresión que yo tenía.

Después entré yo. Y cuando salí, vos no estabas.

—¿Dónde está César?

No recuerdo si grité, pero quise gritar. Alguien me había contestado: disparó. Y el alemán —un ademán que pudo ser idéntico al del negro— se me heló en la punta de los dedos, en la cara, me lo borró el viento del patio, porque de pronto yo estaba fuera del rancho.

—Vos también te asustaste, pibe.

Tomando mate contra un árbol vi al marido de la gorda; el chico jugaba entre sus piernas.

—Qué me voy a asustar. Busco al otro, al que se fue.

—Agarró pa ayá —con la misma mano que sostenía la pava, señaló el sitio. Y el chico sonreía. El chico también dijo pa ayá.

Te alcancé frente al Matadero Viejo; quedaste arrinconado contra un cerco. Me mirabas. Siempre me mirabas.

—Lo sabías.

—Volvé.

—No puedo, Abelardo, te juro que no puedo.

—Volvé, ¡Animal!

—Por Dios que no puedo.

—Volvé o te llevo a patadas en el culo.

La luna grande, no me olvido, blanquísima luna de verano entre los árboles y tu cara de tristeza o de vergüenza, tu cara de pedirme perdón, a mí, tu hermosa cara iluminada, desfigurándose de pronto. Me ardía la mano. Pero había que golpear, lastimar, ensuciarte para olvidarme de aquella cosa, como una arcada, que me estaba atragantando.

—Bruto —dijiste—. Bruto de porquería. Te odio. Sos igual, sos peor que los otros.

Te llevaste la mano a la boca, igual que el chico cuando salía de la pieza. No te defendiste.

Cuando te ibas, todavía alcancé a decir:

—Maricón. Maricón de mierda.

Y después lo grité.

Escuchame, César. Es necesario que leas esto. Porque hay cosas que uno lleva mordidas, trampeadas en la vergüenza toda la vida, hay cosas por las que uno, a solas, se escupe la cara en el espejo. Pero de golpe, un día, necesita decirlas, confesárselas a alguien. Escuchame.

Aquella noche, al salir de la pieza de la gorda, yo le pedí, por favor, no se lo vaya a contar a los otros.

Porque aquella noche yo no pude. Yo tampoco pude.

30.5.10

finally

me acerco, lentamente, a un invierno de mierda

domingo

necesito alguien me parche un poco y que limpie mi cabeza
que me haga pensar en cosas lindas
todo en rojo
violeta
verde
naranja
amarillo
azul
con quien pueda quedarme todo el domingo en la cama
que me haga ojitos cuando dice algo divertido
i need someone to love
(and she's leaving home)

3.5.10

dos gorilas se saludan

en este momento
mirtha legrand le entrega el martín fierro de platino (que lo elige "la" la gente)a susana giménez