2.10.06

Hagámonos un favor

El mundo es grande.
No hay porqué quedarse estancadx en un lugar insano. No hay porqué dejar de pensar. No hay porqué temerle a la ampliación del espectro. No hay porqué dejar de hacerse cargo del deseo. No hay porqué fingir.
¿No hay porqué fingir?
Espero convencerme de que no, de que no hay razón suficiente para fingir algo, aunque ese algo haya sido todo. Todo.
Pero pasó tanta agua bajo el puente que ya no vale la pena tanto sufrimiento ni tanto esfuerzo. Para qué. Sincerémonos aunque pueda terminar en sincericidio, una vez. Solo una vez en nuestras vidas seamos lo más sincerxs que podamos, porque ya no se aguanta.
Ya no se aguantan las ganas de llamarte y el miedo al ahogo, ya no se aguantan las diagonales absudaras a las que me fuerzo, ni las canciones que funcionan como dejavúes de cosas que nunca pasaron, ni pensar en los almuerzos de domingo, ni el miedo a lo que puede pasar mañana.
Cómo seguir construyendo si no se si hay un mañana.
El costo de ese no saber es demasiado alto.
Perdón.
Una y mil veces, perdón.
Ya no se aguanta más acá, así, yo.
No me borrres, no me borrres, no me borres de tu vida.
Yo no podría borrarte de la mía.

Nada se queda,
todo revoluciona

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