26.12.07

balance

Va terminando el año. Es hora de un balance.

Ya sabemos que pasaron millones de cosas. Que el año había empezado con los mismos personajes, ocupando roles totalmente distintos, opuestos, a veces. Con la misma escenografía, pero con otra carga. Las mismas discuciones, con concluciones, bueno, con las mismas concluciones. La música en mi mp3 fue cambiando, los libros fueron deviniendo en apuntes sobre el proceso de trabajo y la teleología de Aristóteles. Los lunes a la noche se transformaron en una cerveza fría en una cancha en Villa Crespo. Pasamos de enemistarnos con los partidos de izquierda a hacer baruyo. Un baruyo que me llevó a repensarme a mí misma. Al magisterio. A un domingo shakespeareano. A un mundo imaginario, rojo, de todos colores. A ser una chica sin patrón. A recorrer calles que no están en la Guía T. Tener una manatí de hermana, una manatí con un hipocampo en reconstrucción. Un Lenin con cresta. Bailar con un bombín en Almagro. Hacer esténciles. Cortos en el Abasto con cerveza Norte. Decena de marchas. Recorrer los pasillos de Puan con boletas y volantes. Discutir sobre Chávez y Prisma hasta las tres de la mañana y terminar siempre con un beso conciliador. Sabina de fondo. Una rubia, una corky y una morocha en el mismo espacio físico. Desarmar Costa Rica. Despedir Costa Rica con Radiohead. Mi hermana a upa de Juli. Mi hermana en miles de fotos, y Papá Noel y se ofusca porque no lo ve llegar con los regalos. Nieve en Buenos Aires. Tim Burton creando un invierno maravilloso. Elegir. Apostar. Cambiar. Crecer. Una peña en el Abasto. Una fiesta a la vuelta. Pasajes para Córdoba. Entradas guardadas durante meses, expectantes. Bailar Noche de Bodas, comer panes rellenos, una hora y media de viaje. Y me envenan los besos que voy dando. Tener un solo ojo. Sabernos en plural, en la primera persona del plural. Durkheim y Marx y Mochón y Beker y Benedetti y Pizarnik y Bauman y Casullo y Caparrós y Anguita y Cortázar y Cheever y el tiempo y el espacio y Euclides y así hasta ponerle nombre a todos los libros. Y pensar que se van a repetir. Sonreir, sola en el subte. Hacer un balance y que estés en casi todo. Hacer un mundo nuevo, nuestro, de colores, rojo, roja tu sonrisa, siempre. De pronto, todo es rojo y sos vos.
Un año distinto, podríamos decir.























La revolución es un acto de amor

























feliz año nuevo

1 comentario:

Anónimo dijo...

feliz año nuevo para vos morocha.
es necesario un cafe/fanta antes de q me vaya. lunes?

besos