13.7.09

cumbiera intelectual

Ella vestía un tapado gris hasta las pantorrillas, parecía soviética de pronto. Una bufanda tejida enorme roja la estrangulaba de a poco y a veces le tapaba la nariz. Las medias son tan abrigadas como un pantalón, decía señalándose las medias de lana verdes. Prendió un cigarrillo y empezó a caminar, atravesando el frío helado de las diagonales platenses. Yo la seguía, hipnotizada. Ni tan abrigada ni tan espléndida ni tan imponente. Pero hipnotizada. Caminamos por todo el cuadrado de La Plata. Cada tanto parábamos para recordar el estribillo de una canción de Flaming Lips y seguíamos, a paso rápido, una y otra cuadra. Hasta que me animé: ¿a dónde vamos? Giró súbitamente la cabeza, pestaneó para clavarme los ojos negros en los míos, me achiqué, sonrió, me tomó de la mano y me dijo, lisa y llanamente, "a mi cama".
Llegamos a un edifcio nuevo, color cremita, con los marcos de las ventanas plateados y vidrios enormes con cortinas blancas. Abrió la puerta y entramos. En el ascensor pensé que estaba en una película independiente inglesa. Volvió a tomarme la mano. Entramos a su casa. Era un monoambiente mínimo. Casi una caja de zapatos, caros, pero caja al fin. Había una cama que ocupaba la mitad del espacio, con un edredón naranja enredado con las sábanas celestes. En la barra había tazas de varios colores y tamaños. Se sacó el tapado. En ese momento, mientras lo colgaba en el perchero, la miré, de lejos, encorvada, mínima, pálida. Quise irme. O abrazarla. Me reí. Me reí como desde hacía mucho tiempo no me reía.
Esa fue nuestra primera noche juntas. La única, haciendo honor a la verdad.
Yo quería rigor, estaba cansada de los muros que levantan las películas de Goddard y los libros de Sartre. Quería escuchar Calle 13 y reirme, tomar cerveza del pico en una fiesta con el piso pegajoso y coger sin seguir recomendaciones de tesis doctorales. Quería salir de los grupos de discusión sobre la poesía de Zafo y leer a Benedetti y llorar si quería. Y comer nachos con queso viendo Lost por decímo fin de semana seguido.
Y seguir eligiéndote.

1 comentario:

media veronica dijo...

yo a estas alturas quiero solo cumbia o solo intelectualidad, y más después del racconto de anoche. no más mezclas bizarras, por un tiempito.